Un cliente con sedes en Barcelona y Madrid nos encomendó la tarea de llevar a cabo una acción de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que involucrara a ambas sucursales. Nos dirigimos a Madrid para ejecutar esta iniciativa. En esta ocasión, elegimos un hotel cercano a sus oficinas, que cuenta con una sala iluminada naturalmente y una terraza privada para llevar a cabo las pruebas de conducción.
Después de proponer diferentes actividades, la actividad escogida fue la de creación de bicis solidarias, ya que con esta fantástica actividad team building se consigue un doble objetivo: por un lado, trabajar en equipo, codo con codo, para conseguir un resultado excelente. Por el otro, aportar nuestro granito de arena para hacer que el día a día de niños en riesgo de exclusión sea mejor, al donar las bicicletas construidas a una ONG dedicada íntegramente a ellos.
Nosotros elegimos apoyar a la Fundación Madrina, que ofrece ayuda a niñ@s y madres vulnerables de Ucrania. La actual situación en Ucrania es desgarradora, y miles de niños junto a sus madres se enfrentan a las duras consecuencias de un conflicto injusto, siendo forzados a abandonar sus hogares. Por ello, nosotros quisimos aportar nuestro granito de arena, entregando las bicicletas construidas por todos los empleados y de ese modo poder dar una sonrisa a la cara de esos pequeños afectados por las adversidades de la guerra.